La primera bandera no fue roja y blanca

Hace algunos años un grupo de jóvenes profesionales peruanos comenzaron a estudiar la historia de la independencia del Perú, pero tomando como eje principal de la investigación la participación directa e indirecta de la masonería continental y de sus hombres. He ahí que se descubrió que entre numerosos escritos y revista masónicos de diferentes tiempos que obran en la biblioteca de la Gran Orden Masónica del Perú, que los tres primeros alzamientos de criollos se dieron en el sur peruano, siendo importante la forma activa y decidida como participaron los masones de esa parte del país

Esos tres momentos fueron las revoluciones en Tacna por Francisco de Zela, en 1811; Enrique Paillardelle en 1813 y con el grito de libertad de San Lorenzo en Tarapacá, en 1815. En esas tres oportunidades fue izada una bandera, poco conocida actualmente y que en realidad es el origen de nuestra bandera nacional.

El 20 de Julio de 1811, bajo la dirección de un masón llamado Francisco de Zela se izo en Tacna, una bandera de color azul y blanco a cuatro campos triangulares y similares a la bandera de la Junta Suprema de Buenos Aires. Esta bandera la confecciono en el poblado de Calana, la dama peruana Petronila de Alcántara y Valderrama, esposa del Coronel de Infantería Pedro José Gil de Herrera y Montes de Oca, jefe de las tropas revolucionarias tacneñas (otro miembro de la masonería iniciado en los misterios de la augusta orden en España)

Doña Petronila natural de Calana. Al momento de la sublevación la llevo dentro de una caja hasta Pocollay; allí, en la Plaza Principal la desplegó y ante esta Bandera, los tacneños juran independizar y defender el suelo patrio. El juramento se repitió ante mayor cantidad de gente la tarde del domingo 23 de junio en la Pampa de Caramolle.

El Criollo y masón Gil de Herrera es el primer militar graduado que desenvaino su espada por las ideas de Libertad para el Perú. Al igual que su esposa nació en Calana y sus padres fueron Estanislao Gil Herrera y María Montes de Oca. A los 16 años viajo a España e ingreso al Ejército alcanzando al grado de Coronel. En cumplimiento de las órdenes Zela, es el organizador militar de la sublevación, formando el famoso Batallón “Granaderos de Tacna”, con lo mejor de la juventud tacneña y que destaco por su brillante desempeño y coraje. Capturado por los realistas, fue fusilado.

El 10 de Octubre de 1813, nuevamente en la Pampa de Caramolle de Tacna, las tropas patrióticas juran lealtad ante la misma bandera y que porta el masón Enrique de Paillardelle. Casi dos años había permanecido escondida la bandera de 1811. Lamentablemente la revolución es derrotada y el líder italiano-peruano antes de huir hacia Tucumán, el 3 de noviembre y en donde siguió la lucha enterró la bandera en uno de sus patios de su Casa en Tacna, hoy Quinta Porcella, en la actual calle Paillardelle de la Ciudad heroica.

Al poco tiempo en 1815, los criollos dedicados a la explotación del salitre en las pampas de Tamarugal, capturan el pueblo de san Lorenzo de Tarapacá, donde vivía un jovenzuelo llamado Ramón Castilla y Marquesado (ilustre miembro de la masonería peruana en el siglo XIX en su edad adulta) y dan el grito de independencia e izan una bandera similar a la que utilizaron los tacneños.

A finales del segundo semestre de 1820, Don José de San Martín, miembro de la Logia Lauterana, Grado 33°, Generalísimo y Gran Mariscal de los Ejércitos libertarios del Sur, decreta la primera bandera del Perú en aquel hermoso santuario de la libertad y que esta ubicado al sur de Lima en un pueblo llamado Pisco, y en su balneario conocido como Paracas, con el mismo diseño a la que se había izado 10 años antes en histórica ciudad de Tacna, pero con la diferencia que el rojo suplantaba al calor azul.

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