El mensaje de Fraternidad 2003
El mitin de ayer en la avenida de los panuelos blancos, fue una demostracion contundente de que el partido de Haya de la Torre, seguire siendo el partido del pueblo, ligado a las conquistas sociales del Peru, la contundente presencia mayoritaria de los ciudadanos aprista y no apristas el viernes es parte de esa significacion.
El mensaje fue critico al Gobierno Toledista, reflejo asi la exasperacion de la calle ante las actuales acciones del regimen de tapar a como de lugar el hueco fiscal, un gobierno que se esta quedando sin propuestas creativas y que pretende hoy pasar la factura al pueblo peruano.
El APRA, sigue siendo como Haya de la Torre, lo penso, una pieza central en la defensa del pueblo peruano, Alan supo estar a la altura del momento. No podía esperarse menos de quien lidera al principal partido opositor y al que tirios y troyanos le reconocen un olfato político singular para sintonizar con el humor ciudadano.
Pero lo más importante en la intervención de una hora y 26 minutos del líder aprista fue el optimismo que insufló respecto al futuro del Perú, un país lleno de posibilidades debido a su inmenso capital humano y al potencial agrícola, minero y pesquero que todavía no ha sido aprovechado por falta de políticas consistentes.
ALAN y el Partido del Pueblo, en medio de la desesperanza de la hora presente, se señalo en la noche del viernes, pretende un rumbo y busca creativa e imaginativamente colocar en el tapete alternatives de solucion. Por eso, el mensaje será recordado como uno que muestra a un estadista más que a un político. Ayer, se vio a un dirigente que habló no sólo en nombre de sus partidarios sino en representación de todos aquellos millones de peruanos que sin serlo, le confiaron, en las últimas elecciones, la grave responsabilidad de convertirse en su portavoz, lo que implica no sólo formular críticas sino, y sobre todo, alternativas.
Con un par de ejemplos concretos, entre ellos el referido a aprovechar el gas de Camisea para reducir las tarifas eléctricas, el presidente del APRA demostró que es posible cambiar las cosas si realmente se desea hacerlo. Sólo hace falta una cosa, y esa es, creemos, la esencia del mensaje de Alan García Pérez: la imaginación debe llegar al poder.
El mensaje fue critico al Gobierno Toledista, reflejo asi la exasperacion de la calle ante las actuales acciones del regimen de tapar a como de lugar el hueco fiscal, un gobierno que se esta quedando sin propuestas creativas y que pretende hoy pasar la factura al pueblo peruano.
El APRA, sigue siendo como Haya de la Torre, lo penso, una pieza central en la defensa del pueblo peruano, Alan supo estar a la altura del momento. No podía esperarse menos de quien lidera al principal partido opositor y al que tirios y troyanos le reconocen un olfato político singular para sintonizar con el humor ciudadano.
Pero lo más importante en la intervención de una hora y 26 minutos del líder aprista fue el optimismo que insufló respecto al futuro del Perú, un país lleno de posibilidades debido a su inmenso capital humano y al potencial agrícola, minero y pesquero que todavía no ha sido aprovechado por falta de políticas consistentes.
ALAN y el Partido del Pueblo, en medio de la desesperanza de la hora presente, se señalo en la noche del viernes, pretende un rumbo y busca creativa e imaginativamente colocar en el tapete alternatives de solucion. Por eso, el mensaje será recordado como uno que muestra a un estadista más que a un político. Ayer, se vio a un dirigente que habló no sólo en nombre de sus partidarios sino en representación de todos aquellos millones de peruanos que sin serlo, le confiaron, en las últimas elecciones, la grave responsabilidad de convertirse en su portavoz, lo que implica no sólo formular críticas sino, y sobre todo, alternativas.
Con un par de ejemplos concretos, entre ellos el referido a aprovechar el gas de Camisea para reducir las tarifas eléctricas, el presidente del APRA demostró que es posible cambiar las cosas si realmente se desea hacerlo. Sólo hace falta una cosa, y esa es, creemos, la esencia del mensaje de Alan García Pérez: la imaginación debe llegar al poder.
