La visión Aprista en la tierra plana

Por c. Juan Orrego Sevilla

Los aprista, saben que el país debe involucrarse decididamente en la nueva ola globalizadora que esta aplanando el mundo. En tal sentido, se está trabajando para reorganizar la base de las empresas y la sociedad peruana y que esto permita en el mediano plazo un efectivo poder de los individuos para colaborar y permitir competir a escala global y así generar una era de prosperidad e innovación en la década por venir. Y esto no quiere decir que nos estemos volviendo ANGLOSAJONES, sino que la realidad marca ese camino para superar los errores de 200 años de frustraciones.

Entonces, muchos aprista entendemos que lo mejor para la nación andina al chocar con la realidad del mundo plano y dado el juego económico y productivo globalizado, donde Asia nos gana por varios cuerpos en la fabricación de productos manufacturados de poco valor agregado, donde la nueva "Europa" hace importantes avances en productos sofisticados y/o la India e Irlanda en todo lo que tenga que ver con servicios y computación. "Lo único que nos queda es explotar nuestra ventaja comparativa de estar geográficamente mas cerca de los mayores mercados del mundo". Y necesitamos hoy, consolidar - fortalecer la democracia peruana y mantenernos dentro de esta economía global. El Perú con ALAN, en esta época y sus sucesores en Torre Tagle, deben consolidar el liderazgo regional peruano dado su economía creciente en la cuenca del pacifico.

El análisis profundo de los hechos presentes y futuros señalan que el PERU evolucionara gradualmente en materia de desarrollo económico e institucional, pero el complejo proceso político y social domestico como ha explicado el c. Presidente en dos importantes artículos, no nos brinda los niveles de gobernabilidad para implementar las transformaciones y adaptaciones necesarias para llevar a cabo un proyecto nacional - regional exitoso a nivel global. Necesitamos un cambio total de pensamiento, de los deseos, de la superación del pueblo, necesitamos un gran cambio de actitud de todos los peruanos, por el bien de nuestros hijos, por el futuro.

Los peruanos todos, aprista y anti apristas, hemos sido los principales culpables de nuestra propia irrelevancia en el concierto internacional por más de tres décadas, en gran parte por no participar mas activamente en los grandes temas económicos internacionales. El Perú tiene todo por despegar, pero estará condenada a la mediocridad, por la mezquindad de esa clase política atornillada en un pasado lleno de retorica barata.

Queda claro, que el futuro del esta nación andina no dependerá de cuán bien ALAN o el APRA dirigen, sino de que los miembros que hacemos la nación permitamos mover el PERU. Por eso es importante el conceso de la sociedad y de su clase popular respecto a la necesidad de tener políticas económicas serias, responsabilidad fiscal y entender que no se puede dudar de las bondades de una política de apertura económica. Es irresponsable que las elites de intelectuales de la izquierda y políticos ultra nacionalistas se resistan a la globalización, podemos entender su cautela y dudas pero uno puede caminar mirando así atrás.

El aprismo del siglo XXI, sabe que deben acabarse los proteccionismos y los monopolios estatales. Es tiempo que todos nos miremos en el espejo de casa y pensemos fríamente ESTA BIEN NUESTRA ACTITUD, QUE PAIS QUEREMOS PARA NUESTROS HIJOS, y se percataran de algo obvio, EL PERU SE PUEDE REZAGAR, no por causa de una conspiración capitalista o imperialista, o porque el pasado fuera sagrado, ni porque las importaciones desplazaron nuestros productos locales, ni por la falta de capital u oportunidades de inversión o exportación, sino simple y llanamente porque nosotros mismos deseamos la inercia en todo sentido. Por eso es necesario que estemos dispuestos a enfrentar nuestras carencias y a organizarnos para aprovechar nuestros potenciales, así podremos gozar todos luego de las oportunidades que esa economía global está dando.

Creemos como apristas y aun que existen muchos detractores, que el PERU no es paria, no es un país condenando a una tragedia, dado una historia llena de mentiras y mal contada, a una religión amoral y una cultura mediocre.