La mentira de que no dejamos reservas internacionales en 1990

El 15 de mayo de 1989 los activos internacionales totales del BCR del Perú ascendían a 917.7 millones de dólares en tanto que los activos internacionales líquidos llegaban a 725.3 millones de dólares. El 28 de julio de 1990, último día útil durante la Administración 1985-1990 para el cual el BCR reportó datos, los activos internacionales totales ascendían a 952.6 millones de dólares en tanto que los activos internacionales líquidos llegaban a 780.5 millones de dólares. Entre ambas fechas se produjo un incremento de 34.9 millones de dólares en los activos totales y 55.2 millones de dólares en los activos líquidos.
Los activos líquidos del BCR reflejan con mayor exactitud la posición efectiva de reservas del país y su capacidad para atender sus obligaciones de corto plazo con el exterior debido a que únicamente incluyen aquellos compromisos o pasivos que deben atenderse obligatoriamente en el corto plazo.
En 1990 la cifra de activos líquidos se obtenía deduciendo de los activos totales las divisas comprometidas para la atención de los Certificados de Libre Disponibilidad en circulación y aquellas que debían destinarse al pago de importaciones realizadas al tipo de cambio MUC.
Mientras el aprismo desempeñó la responsabilidad del MEF cada vez que se discutió sobre reservas internacionales siempre se hizo uso del concepto activos totales y, en especial, el de activos líquidos en poder del BCR. No se utilizó el concepto "reservas internacionales netas" (RIN), porque éstas, definidas en el sentido usual del término, no representaban un índice adecuado de la liquidez internacional de corto plazo del Perú. debe recordarse que en teoría, las RIN son la diferencia existente entre los activos y pasivos internacionales de corto plazo.
Sin embargo, por convención contable inspirada por el Fondo Monetario, los pasivos internacionales de corto plazo contabilizados en las RIN incluyen el íntegro de las obligaciones pendientes con el FMI, sea que éstas se paguen en el corto plazo (durante el año corriente) o en el mediano plazo (en años posteriores, es decir más allá del año corriente). Al constituir los pasivos internacionales de mediano plazo desembolsos a efectuarse en dos o tres años, su efecto negativo sobre las reservas internacionales genera la apariencia que el país cuenta con una liquidez internacional menor de la que realmente tiene.
Por la imagen distorsionada que transmite el concepto de reservas internacionales netas, el Banco Central de Reserva sugirió el uso del término similar RIN ajustadas, prescindiendo de incluir en él los pagos que deberían efectuarse al FMI en el mediano plazo. Contestando la pregunta ¿Son las RIN en poder del Banco Central un buen indicador de liquidez a corto plazo? el BCR explicó: “Es importante remarcar que todos los activos y pasivos internacionales que componen las RIN son por definición, de corto plazo (menores a un año), con la única excepción de lo que se tiene adeudado al FMI.
Por ello, si se deseara usar las RIN como un indicador de liquidez a corto plazo, se debería considerar en los pasivos internacionales solamente aquella parte de los préstamos del FMI a ser reembolsada en los siguientes doce meses, así como los otros pasivos a corto plazo. De esta manera, se tendría un concepto RIN “ajustado”, que si bien difiere del comúnmente utilizado, es más apropiado puesto que excluiría las obligaciones a ser amortizadas en años posteriores y que evidentemente no son relevantes si se quiere evaluar la capacidad de un país para cumplir con sus compromisos a corto plazo”.

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